Son bailarinas las ramas, en la quietud esperan a las miradas para precipitar su cansancio en el
rocío y nos muestran que son bellas las
lágrimas, cuando danzan.
Entre la sombra blanca del almendro, la azulina de las violetas, el amarillo de la retama, alguien llora; el tiempo, la mañana, el invierno, un hombre, alguien que no baila.
Esteban Pérez Sánchez1.1.2018
Entre la sombra blanca del almendro, la azulina de las violetas, el amarillo de la retama, alguien llora; el tiempo, la mañana, el invierno, un hombre, alguien que no baila.
Esteban Pérez Sánchez1.1.2018
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